viernes, septiembre 24, 2010

¿Planificación o improvisación?

Ya llevamos esta temporada cinco partidos oficiales, cuatro de Liga y uno de Copa, y, afortunadamente, se está dando bastante bien la cosa, a pesar de las carencias evidentes que tiene este equipo, aunque como ya se sabe, esto no es como empieza si no como acaba.

Pero que el equipo esté funcionando mejor de lo esperado a principio de temporada no quita la extraña composición de la plantilla hecha durante este verano, sobre todo si tenemos en cuenta también la composición de la que se hizo la pasada temporada, que para nada seguía la línea de la de ésta, es más, se podría decir que se ha hecho un giro de 180º en el pensamiento de este verano.

Si el año pasado abundaron fichajes de gente experimentada, sobre todo en Primera División, con mucho nombre y mucha carrera sobre sus hombros, esta temporada se ha optado por todo lo contrario, gente venida casi toda de Segunda División B, con poca o ninguna experiencia en Segunda División y buscando gente joven para evitar traer a veteranos, aunque alguno sí ha venido.

Esto hace pensar que, o bien la Directiva, o bien la Secretaría Técnica, no tienen un plan de futuro en el Albacete Balompié, porque lo que no se puede hacer es tener que ir improvisando cada temporada un nuevo estilo de confección de plantillas. Aunque esta temporada parece que al menos sí han querido empezar a sentar bases para la próxima, pues la mayoría de nuevos fichajes han firmado por dos temporadas.

El caso es que debemos empezar a tener una continuidad en un proyecto, un hilo conductor que nos lleve a tener un idea de juego o, al menos, de planteamiento deportivo en el que el equipo se base en algo sólido. O nos vamos a dedicar a buscar veteranos para que acompañen a una columna vertebral y aporten su experiencia, o vienen jugadores de futuro que destaquen en divisiones inferiores, o tiramos de cantera para apoyar a una base fija, etc.

Ya veremos en el futuro hacía donde se dirige este equipo y si podemos empezar a pensar como un club serio y profesional con unas metas definidas en vez de improvisadas.

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